Menú

LAURA GARCIA DEL CASTAÑO
MIS SENTIDAS CONDOLENCIAS
BUENA VISTA

Páginas: 184
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789874984470

De la autora: "Cuando tenía ocho años, parada junto al féretro de mi abuelo, pensé en ello: Todo esto despertará en otro lugar, como si cerraran la puerta hermética de una máquina insondable. Tiene medias, decía, viajará cómodo, como yo gustaba viajar toda la noche en tren, la cabeza en el regazo de mi madre y las medias rascando el paño del asiento. Viajará cómodo y despertará entre las flores, pisando un césped perfecto y uniforme, tocando el paño azul del paraíso. (...) ¿Pero dónde está el abismo? ¿Lo hemos dejado atrás o lo estamos montando? ¿Somos las presas abatidas que un sabueso lleva hasta su amo? ¿Somos la carga del mundo, su carnada? ¿Nos dejan ir o los hemos dejado? ¿Marchamos a una guerra o nos estamos rindiendo? ¿Es un tablero de ajedrez este cielo tensado del que pendemos? (...) ¿Qué era? Una funebrera, una perra rastreadora, una costurera ocultando el dobladillo torpe y descarado que otra arrastraba. Ahí estaba, enmantecando el molde para un comensal que se cocina a uno de los míos."

MIS SENTIDAS CONDOLENCIAS

$14.000
Envío gratis superando los $50.000
MIS SENTIDAS CONDOLENCIAS $14.000
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Paradoxa Libros Mendoza 923, Rosario, Santa Fe

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

LAURA GARCIA DEL CASTAÑO
MIS SENTIDAS CONDOLENCIAS
BUENA VISTA

Páginas: 184
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789874984470

De la autora: "Cuando tenía ocho años, parada junto al féretro de mi abuelo, pensé en ello: Todo esto despertará en otro lugar, como si cerraran la puerta hermética de una máquina insondable. Tiene medias, decía, viajará cómodo, como yo gustaba viajar toda la noche en tren, la cabeza en el regazo de mi madre y las medias rascando el paño del asiento. Viajará cómodo y despertará entre las flores, pisando un césped perfecto y uniforme, tocando el paño azul del paraíso. (...) ¿Pero dónde está el abismo? ¿Lo hemos dejado atrás o lo estamos montando? ¿Somos las presas abatidas que un sabueso lleva hasta su amo? ¿Somos la carga del mundo, su carnada? ¿Nos dejan ir o los hemos dejado? ¿Marchamos a una guerra o nos estamos rindiendo? ¿Es un tablero de ajedrez este cielo tensado del que pendemos? (...) ¿Qué era? Una funebrera, una perra rastreadora, una costurera ocultando el dobladillo torpe y descarado que otra arrastraba. Ahí estaba, enmantecando el molde para un comensal que se cocina a uno de los míos."