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PAOLA ESCOBAR
LAS COSAS TAL Y COMO SON
BARNACLE

Páginas: 60
Formato: 21 x 15 cm.
Peso: 0.15 kgs.
ISBN: 9789874044815

Un antiguo refrán rezaba: al pan, pan, y al vino, vino, no dejando lugar a la vacilación hermenéutica. Paola Escobar construye sus poemas con un procedimiento similar: llama a las cosas por su nombre, tal y como son, prescindiendo del truco de la metáfora, en pos de la honestidad de la transparencia. Con una lupa de gran aumento, Escobar logra percibir hasta las moléculas esparcidas por el aire, percibe el aura de los elementos que nos rodean (¿amenazan?) en el trajín cotidiano, armando coreografías inquietantes. Sólo la verdadera poesía tiene la llave para descubrir esos pequeños milagros, esas minucias que están ahí, oscurecidas por la rutina. Se requiere de una mirada muy atenta y de una enorme sensibilidad para percatarse de los movimientos casi imperceptibles que hacen los árboles, los perros, los seres anónimos que conviven con nosotros y con los que tal vez nunca crucemos palabra, pero están ahí como parte de nuestra vida, fondo, trasfondo, pasillo, corredor por donde caminamos incesantemente, tratando de vivir.

LAS COSAS TAL Y COMO SON

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LAS COSAS TAL Y COMO SON
BARNACLE

Páginas: 60
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Un antiguo refrán rezaba: al pan, pan, y al vino, vino, no dejando lugar a la vacilación hermenéutica. Paola Escobar construye sus poemas con un procedimiento similar: llama a las cosas por su nombre, tal y como son, prescindiendo del truco de la metáfora, en pos de la honestidad de la transparencia. Con una lupa de gran aumento, Escobar logra percibir hasta las moléculas esparcidas por el aire, percibe el aura de los elementos que nos rodean (¿amenazan?) en el trajín cotidiano, armando coreografías inquietantes. Sólo la verdadera poesía tiene la llave para descubrir esos pequeños milagros, esas minucias que están ahí, oscurecidas por la rutina. Se requiere de una mirada muy atenta y de una enorme sensibilidad para percatarse de los movimientos casi imperceptibles que hacen los árboles, los perros, los seres anónimos que conviven con nosotros y con los que tal vez nunca crucemos palabra, pero están ahí como parte de nuestra vida, fondo, trasfondo, pasillo, corredor por donde caminamos incesantemente, tratando de vivir.