Menú

BARON D'HOLBACH
HISTORIA CRITICA DE JESUCRISTO
EL CUENCO DE PLATA

Páginas: 320
Formato: 13 x 21 cm
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789871772537

“Si se nos tilda de innovar, nos escudaremos con el ejemplo del mismo Jesucristo, que fue mirado como un innovador por los judíos, tan obstinados en su antigua ley, y que fue el mártir de la reforma que quiso introducir. No obstante, declaramos firmemente que no tenemos ningún deseo de imitarlo en este punto: queremos predicar, sí, pero excluyendo el martirio. Si la doctrina que presentamos no agrada, como el autor no pretende que se lo considere divinamente inspirado, deja a cada uno en plena libertad de desechar o admitir sus interpretaciones y su manera de ver las cosas. No amenaza con tormentos eternos a los que no acepten sus argumentos, ni tiene suficiente autoridad como para prometer el cielo a los que se sometan a ellos. Se atreve a pensar que los que lean este examen a sangre fría reconocerán que es posible dudar de la inspiración de los autores evangélicos y de la misión divina de un charlatán de Judea, sin dejar por esto de ser hombre de bien y racional.” Barón D’Holbach

HISTORIA CRITICA DE JESUCRISTO

$16.900
Envío gratis superando los $50.000
HISTORIA CRITICA DE JESUCRISTO $16.900
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Paradoxa Libros Mendoza 923, Rosario, Santa Fe

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

BARON D'HOLBACH
HISTORIA CRITICA DE JESUCRISTO
EL CUENCO DE PLATA

Páginas: 320
Formato: 13 x 21 cm
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789871772537

“Si se nos tilda de innovar, nos escudaremos con el ejemplo del mismo Jesucristo, que fue mirado como un innovador por los judíos, tan obstinados en su antigua ley, y que fue el mártir de la reforma que quiso introducir. No obstante, declaramos firmemente que no tenemos ningún deseo de imitarlo en este punto: queremos predicar, sí, pero excluyendo el martirio. Si la doctrina que presentamos no agrada, como el autor no pretende que se lo considere divinamente inspirado, deja a cada uno en plena libertad de desechar o admitir sus interpretaciones y su manera de ver las cosas. No amenaza con tormentos eternos a los que no acepten sus argumentos, ni tiene suficiente autoridad como para prometer el cielo a los que se sometan a ellos. Se atreve a pensar que los que lean este examen a sangre fría reconocerán que es posible dudar de la inspiración de los autores evangélicos y de la misión divina de un charlatán de Judea, sin dejar por esto de ser hombre de bien y racional.” Barón D’Holbach