Menú

LOLITÀ
28 RULEMANES
EDICIONES B

Páginas: 192
Formato: 23 x 15 cm.
Peso: 0.228 kgs.
ISBN: 9789877803723

Quiero dedicar esta aventura a todos los que me han alojado en su vida y a todos los que se han hospedado en la mía. Me lo enseñó un árbol: que desde su copa la perspectiva era hermosa y que todo el esfuerzo y los desafíos de la trepada cobraban sentido desde la cima. ¿No creen que es excitante pensar que mañana es un día nuevo para alojar a nuevos pasajeros? Gracias. A todos los que han pasado, a los que están y a los que vendrán. Enhorabuena. Ha sido un placer. Puedo decir, por primera vez, que tengo amarras y que me sujetan cuerdas. A decir verdad, aun así, me siento libre. Quizá sea porque el mundo es quien sujeta esas cuerdas y porque, precisamente, depende de cómo me sienta. Me pregunto cuáles serán las coordenadas específicas donde se encuentran atadas esas sogas que sostienen mi columpio. Quizás una esté en la China y la otra en Marruecos. Tal vez Alaska y Calcuta. Italia y Tokio. Conservar el misterio lo hace aún más mágico. Mágico. Como mi propio universo, mi anatomía de estrellas y mi galaxia entera que crece incontrolablemente adentro de mí. Columpiarme me ha movido y trasladado de un lugar a otro; pero, quieta, tiesa o en movimiento, el planetario siguió dando a luz. La escenografía alrededor del mundo ha maravillado cada esquina de mis pupilas; pero quien ha encandilado mis retinas ha sido aquella ilustración interior, que alumbra el viaje al centro de mi constelación. Me pregunto si seré astronauta o si habré desarrollado la capacidad de flotar con mi propia gravedad. Pues mis pies han sido la nave espacial más eficaz y quizá la NASA podría probar para sus próximos cohetes la voluntad, pues en mí ha resultado ser la pieza más valiosa. Supongo que mi órbita comenzó a formarse desde aquel destello de luz que creció en mi meteorito nacimiento y mi guerra de las galaxias peleó contra todos los satélites artificiales para acabar dándole exclusividad a mis Plutones, Saturnos, Neptunos y Mercurios, que custodian y acompañan mi paso por la Tierra. ¿Acaso este telescopio podría ampliar la evolución de mi Vía Láctea? Pues, de ser así, le quito el modo "fugaz" a mi columpio y presento a cada estrella.

28 RULEMANES

$14.399
Envío gratis superando los $50.000
28 RULEMANES $14.399
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Paradoxa Libros Mendoza 923, Rosario, Santa Fe

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

LOLITÀ
28 RULEMANES
EDICIONES B

Páginas: 192
Formato: 23 x 15 cm.
Peso: 0.228 kgs.
ISBN: 9789877803723

Quiero dedicar esta aventura a todos los que me han alojado en su vida y a todos los que se han hospedado en la mía. Me lo enseñó un árbol: que desde su copa la perspectiva era hermosa y que todo el esfuerzo y los desafíos de la trepada cobraban sentido desde la cima. ¿No creen que es excitante pensar que mañana es un día nuevo para alojar a nuevos pasajeros? Gracias. A todos los que han pasado, a los que están y a los que vendrán. Enhorabuena. Ha sido un placer. Puedo decir, por primera vez, que tengo amarras y que me sujetan cuerdas. A decir verdad, aun así, me siento libre. Quizá sea porque el mundo es quien sujeta esas cuerdas y porque, precisamente, depende de cómo me sienta. Me pregunto cuáles serán las coordenadas específicas donde se encuentran atadas esas sogas que sostienen mi columpio. Quizás una esté en la China y la otra en Marruecos. Tal vez Alaska y Calcuta. Italia y Tokio. Conservar el misterio lo hace aún más mágico. Mágico. Como mi propio universo, mi anatomía de estrellas y mi galaxia entera que crece incontrolablemente adentro de mí. Columpiarme me ha movido y trasladado de un lugar a otro; pero, quieta, tiesa o en movimiento, el planetario siguió dando a luz. La escenografía alrededor del mundo ha maravillado cada esquina de mis pupilas; pero quien ha encandilado mis retinas ha sido aquella ilustración interior, que alumbra el viaje al centro de mi constelación. Me pregunto si seré astronauta o si habré desarrollado la capacidad de flotar con mi propia gravedad. Pues mis pies han sido la nave espacial más eficaz y quizá la NASA podría probar para sus próximos cohetes la voluntad, pues en mí ha resultado ser la pieza más valiosa. Supongo que mi órbita comenzó a formarse desde aquel destello de luz que creció en mi meteorito nacimiento y mi guerra de las galaxias peleó contra todos los satélites artificiales para acabar dándole exclusividad a mis Plutones, Saturnos, Neptunos y Mercurios, que custodian y acompañan mi paso por la Tierra. ¿Acaso este telescopio podría ampliar la evolución de mi Vía Láctea? Pues, de ser así, le quito el modo "fugaz" a mi columpio y presento a cada estrella.